La endocrinología es el área de la medicina y la biología que se centra en el estudio del sistema endocrino, de las glándulas y de las hormonas, que influyen en determinados aspectos del crecimiento y desarrollo de los animales, entre los que podemos encontrar la digestión, la respiración, la reproducción, el estado de ánimo, etc.
El funcionamiento del sistema endocrino resulta, por lo tanto, esencial para la salud de los animales, ya que las hormonas que segregan las distintas glándulas controlan aspectos básicos del desarrollo y de la nutrición, y alguna alteración en sus procesos puede desembocar en alteraciones fisiológicas y patologías que hay que tratar. Por lo tanto, es conveniente saber cómo puede afectar un mal funcionamiento del sistema endocrino a nuestras mascotas, y las enfermedades que puede ocasionarles.
Sin ánimo de ser exhaustivos ni de dar una clase de biología, seguro que hay muchos términos que os suenan, como el hipotálamo o el páncreas, y también algunas enfermedades, como el hipotiroidismo o el síndrome de Cushing. Todos ellos están relacionados con la endocrinología y, en caso de suponer un problema en la salud de nuestras mascotas, deberemos acudir a un veterinario especialista para que lo trate.
En muchas ocasiones, los problemas endocrinos de nuestras mascotas no son fácilmente perceptibles por sus dueños, sino que serán los veterinarios los que los diagnostiquen en alguna consulta. Pero sí que hay casos en los que los síntomas pueden resultar visibles, ya que muestran manifestaciones superficiales y cutáneas que llamarán la atención a simple vista.
Por ejemplo, en el caso del hipotiroidismo, además del aumento de peso y de la intolerancia al ejercicio, además de un estado de ánimo más apagado, se podrán observar signos de alopecia, hiperpigmentación o el crecimiento retardado del pelo, en la mayoría de las veces en el cuello y el tórax.
Otra enfermedad endocrina habitual en los perros es el síndrome de Cushing, que se debe a un exceso en los niveles de cortisol, y cuyos síntomas cutáneos pueden incluir alopecia bilateral, adelgazamiento de la piel, mala cicatrización, seborrea, etc.
El hipoestrogenismo y el hiperestrogenismo, por su parte, se pueden identificar inicialmente por cambios en el color del pelo, alopecias, alteraciones en el ciclo, en los pezones, etc.
También hay otras patologías, como el hiperandrogenismo, cuyas manifestaciones son más visibles con respecto al comportamiento y al estado de ánimo más agresivo, sobre todo sexualmente.
Como veis, son muchas las indicaciones externas de que algo puede fallar en el sistema endocrino de las mascotas. Sin duda, ante cualquier sospecha, es conveniente acudir a un veterinario para que le realice un diagnóstico preciso y fiable. No hay que alarmarse exageradamente ni asustarse, porque estos síntomas pueden estar relacionados con otro tipo de patologías menos preocupantes, pero conviene estar siempre alerta ante cualquier indicio para atajar las enfermedades lo antes posible.