HIGIENE BÁSICA PARA UN PERRO: la clave es la rutina

 

 

¿Cuáles son las medidas básicas en la higiene de mi mascota? ¿Es importante la higiene de nuestro perro? ¿Qué cuidados debo proporcionar a mi perro para aportarle una higiene saludable?

Si gozamos de la compañía de un peludo en casa, habitualmente nos surgen diferentes cuestiones acerca de cómo cuidar un perro y más concretamente la higiene de éste. Un reflejo de ello es la elevada frecuencia con la que los propietarios acuden a la consulta del veterinario pidiendo consejos básicos para cuidar de mascotas y de su aseo con el fin de proporcionarle la máxima salud y bienestar.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que la higiene básica y completa de un perro, se basa en hábitos rutinarios, los cuales son imprescindibles, no sólo para el cuidado, salud, y bienestar de nuestro perro, sino también, para el de las personas que convivimos con ellos.

 

¿Qué rutinas se incluyen en la higiene completa de nuestro perro?

Muchos propietarios, tienen el concepto de que lo primordial en la higiene de nuestro perro, es el baño. Pues bien, esto no es más que un mito, ya que, a pesar de que el baño es uno de los hábitos rutinarios de aseo, el cepillado puede ser incluso más importante, así como la limpieza de sus dientes y oídos, que constituyen partes fundamentales de esta higiene.

 

¿Cuándo debo bañar a mi perro?: Baño vs. cepillado

La mejor norma para decidir cuándo debemos bañar a nuestro perro es la siguiente: únicamente cuando esté sucio.

Dependiendo de  los hábitos del perro, el entorno en el que viva y su pelaje, necesitará un baño más o menos frecuente. No obstante, nunca se recomienda bañarlo más de una vez al mes ya que, de lo contrario, dañaremos las propiedades de la piel y el pelo de nuestro perro, las cuales constituyen una cobertura y protección inherente a nuestra mascota.

Este baño deberá realizarse con un champú adecuado para perros, y respetando la temperatura corporal propia de la especie (38-39ºC).

Con el fin de evitar los baños frecuentes a nuestra mascota, que pueden llegar a ser dañinos, es mejor aplicar otros hábitos de higiene, como puede ser el cepillado.

El cepillado de nuestro perro, constituye uno de los pilares en la higiene de nuestra mascota y es por ello, que debe ser el primer paso a incorporar en la rutina de aseo de ésta. Este hábito, debe ser diario, ya que es la forma más sencilla de eliminar la suciedad que adquieren tras los paseos en el parque, los juegos y la polución. Además, debemos tener en cuenta, que puede tener efectos beneficiosos sobre éste, más allá de un hábito rutinario de higiene, ya que fortalece el pelo de nuestras mascotas y ayuda a mantener sana su piel, permitiéndonos, además, detectar posibles parásitos o cuerpos extraños (espigas, etc.) que pueden ocasionar graves problemas en la salud de nuestra mascota.

¿Cuál es la frecuencia del cepillado más adecuada?

La frecuencia del cepillado, dependerá del pelaje, no obstante, se recomienda que se realice, al menos, una vez al día, idealmente tras el paseo, ya que es el momento en el que nuestro perro se encuentra más relajado, este constituye el mejor momento para cuidar de mascotas. Es fundamental que este cepillado se inicie desde cachorro, y lo asociemos a mimos y caricias con el fin de que no haya rechazo por parte de nuestra mascota. Si únicamente cepillamos a nuestro perro cuando éste tiene nudos, lo relacionará con una mala experiencia y se convertirá en algo desagradable tanto para él como para los propietarios.

 

El cepillado dentario

Proporcionar la dieta adecuada y conseguir una correcta higiene dental, son factores imprescindibles a la hora de prevenir el mal aliento y evitar futuras patologías bucales que puedan desembocar en enfermedades graves (anorexia, afección renal o hepática, etc.). Por ello, la utilización de pienso seco de gama alta o super premium, elaborado a partir de ingredientes frescos y de calidad, junto con una rutina de aseo que incluya dos cepillados dentales a la semana, nos ayudarán a reducir el mal aliento de nuestro perro y las patologías asociadas.

 

La rutina es la clave de cómo cuidar un perro: claves en la higiene básica de nuestra mascota:

Nuestro perro únicamente puede necesitar un baño al mes.

El cepillado constituye la mejor forma de higiene, debiendo ser un hábito diario y asociado a mimos y caricias.

Una dieta adecuada, unida a una higiene dental dos veces por semana, nos ayudará a prevenir el mal aliento y patologías asociadas.

 

¿Quién no quiere tener al peludo más limpio, guapo y sano del parque? Siguiendo estos consejos básicos de higiene, proporcionándole los cuidados adecuados, y acudiendo al veterinario en caso de cualquier duda, será mucho más fácil.

 

 

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