¿Puedo llevar a mi compañero felino a un hotel para gatos?

Un hotel para gatos es una excelente opción, y muy de moda últimamente, para aquellos casos en los que por algún viaje u otra necesidad, no podamos atender a nuestros amigos felinos y tampoco los podamos dejar a cargo de alguien.

Los hoteles para gatos van un paso más allá de las típicas residencias o guarderías para mascotas. Si atendemos a la descripción de sus instalaciones y servicios, bien podríamos pensar que estamos ante un establecimiento para personas, porque realmente no les falta de nada, con la salvedad de que todo está diseñado para el disfrute y descanso de los felinos.

¿Merece la pena un hotel para gatos?

Como es un concepto que lleva pocos años entre nosotros, seguramente estés preguntándote si realmente merecen la pena.

Nuestra opinión sobre este tipo de establecimientos es muy positiva y recomendable, debido a la alta calidad y a la atención que prestan a los detalles. Puede que haya otras opciones más económicas, pero con un poco de búsqueda seguro que encuentras algo que se acomode a tu presupuesto y a tus necesidades. No te olvides de que, en un hotel para gatos, tu mascota recibirá unas atenciones y servicios de lujo, casi equivalentes a las que tú tendrías en un hotel de cinco estrellas, pero es que ¿quién no quiere lo mejor para su gatito?

Un hotel para gatos te resolverá muchas situaciones

Los gatos son animales bastante independientes y suelen estar más a gusto en su territorio, donde se sienten los reyes de la casa. En muchas ocasiones, con motivo de algún desplazamiento corto, no es extraño dejar al gato solo con los víveres y agua necesarios para subsistir por su cuenta. Esto, a diferencia de lo que sucede con los perros, concede algo más de libertad en caso de algún imprevisto, ya que la dependencia de los humanos no es tan alta, sobre todo en lo que se refiere a las obligatorias salidas y paseos. Pero, ¿qué pasa si nos tenemos que ausentar durante varios días y nos es imposible llevarnos a nuestro amigo con nosotros o contar con alguien que se pase por casa a comprobar que todo está bien?

Una alternativa tradicional pueden ser las guarderías felinas que, como su nombre bien indica, acogen y guardan a nuestras mascotas durante un tiempo determinado. El problema de estas guarderías es que se trata de espacios bastante impersonales, en las que los gatos no gozan de tanta libertad como están acostumbrados en casa, lo cual les puede provocar situaciones de estrés o depresión.

La opción más razonable es la de un hotel para gatos porque, a los servicios básicos de cuidado y atención de nuestros pequeños amigos, se le suman unos extras que ayudan muchísimo a que no extrañen ni a sus dueños ni sus espacios habituales.

Sabemos que no haya nada como el hogar, pero cuando nuestros gatos se ven rodeados de mimos y atenciones, y se encuentran en cómodas estancias con espacios abiertos para esparcirse y cantidad de juguetes y accesorios para entretenerse, pronto se olvidan de que no están en casa.

Si decides llevar a tu querido amigo felino a un hotel para gatos, no te extrañes de que luego no quiera meterse en el transportín para volver a casa. ¡Los lujos de estos establecimientos no son fáciles de olvidar!