Los juegos para gatos son una gran fuente de diversión y entretenimiento para nuestros pequeños amigos, y más de uno se habrá podido pasar un buen rato jugando con su gato una tarde de domingo casera en la que el felino tenía ganas de marcha.
Los gatos son cazadores por naturaleza y muchos juegos para gatos se focalizan en desarrollar y exprimir ese instinto. Además, si no queremos que nuestro gato coja peso y se convierta en una mascota comodona, al más puro estilo Garfield, siempre será buena idea motivarle al ejercicio y hacer que se mueva con algún juguete o alguna actividad entretenida.
Si a tu gato le gusta jugar y a ti te gusta jugar con tu gato, aquí te vamos a ofrecer algunas ideas de juegos para gatos que harán que os lo paséis bomba juntos.
1.- Lanzamiento de objetos: Puede ser de una manera similar a como se hace con los perros, pero con una diferencia: los gatos no aprenden tan fácil la acción de devolver la presa. Es decir, les podemos tirar una pelota, un peluche o una bola de papel y seguro que salen lanzados hacia ellos, con esa ansia de cazador innata. Pero lo más normal es que se queden con la presa una vez capturada e incluso la intenten “rematar”, tal vez como harían sus antepasados con los pequeños animales que cazaban en el monte. Una vez que hayan finalizado su rito de caza, esperarán a que vuelvas a iniciarlo, para lo que, lo más normal, es que tengas que levantarte, recoger la presa y volver a lanzársela. No está mal tampoco para hacer un poco de ejercicio uno mismo…
2.- Persigue la presa: Otra opción para que el gato se ejercite y desarrolle su instinto es utilizando un palo, una caña o incluso un hilo largo y, con algún juguete sujeto a un extremo, moverlo aleatoriamente para que el gato intente cogerlo. Aquí descubrirás cómo tira de todos sus recursos, desde un manotazo, a sujetarlo firmemente con las dos patitas, unos buenos arañazos y, por qué no, unos buenos mordiscos. Una variante de esto podría ser algún juguetito que se moviera con control remoto, lo cual también puede resultar tremendamente divertido.
3.- El puntero laser: Éste es un juego para gatos no tan tradicional como los anteriores, pero que lleva ya unos años muy de moda y que también ayuda a que los gatos fijen su atención en un punto y se ejerciten. Les encanta seguir con la mirada la lucecita roja proyectada en el suelo o en la pared y, al pensar que es un ser vivo que puede acercarse o estar jugando con ellos, también intentarán interactuar y cogerlo, con la salvedad de que, por mucho que lo intenten, no lo conseguirán.
4.- Cajas, tubos, bolsas: Muchas veces nos complicamos la vida buscando juguetes originales en las tiendas y no nos damos cuenta de que, al final, lo que más les gusta a todos los gatos es jugar con las cajas de cartón, los tubos, las bolsas, etc. Puedes hacer la prueba y dejar una caja en el suelo del salón. Si es la primera vez que la ve, estamos casi seguros de que se meterá en ella, por muy pequeña que sea. También puedes abrirla por el fondo y colocarla de manera que sea como un túnel o un pasadizo, lo cual le va a encantar, y, con un poco de imaginación, montarle una especie de laberinto o un fuerte juntando cajas, tubos de cartón, etc.
5.- En busca de la comida: Los juegos para gatos siempre tienen que incluir esta parte de esforzarse por conseguir algo, y una de las cosas que más les va a entretener es buscar comida que esté escondida. Esto les encanta, por sus genes cazadores, y también les ayuda a no acostumbrarse demasiado a tener la comida siempre accesible. Puedes probar con algún tipo de alimento que sea más oloroso y que le guste especialmente. Cuando empiece a olisquear, no parará hasta encontrarlo, sobre todo si es la hora de comer o tiene apetito después de una jornada de actividad.
Con estos juegos para gatos seguro que tienes una buena base para comenzar la diversión y el entretenimiento junto a tu mascota favorita. Siempre puede improvisar y hacer pequeñas variantes, o cambiar de objeto o juguete cada cierto tiempo, con el fin de que el gato no se acostumbre demasiado rápido y termine por aburrirse y pasar. Pero, conociéndolos, seguro que siempre están dispuestos a echarse unos saltos y unas carreritas por el pasillo de casa.