El experto en animales Cesar Millán concedió hace unas semanas una entrevista para una revista mejicana en la que decía que tratar a los animales como si fueran humanos no era darles un buen trato. Detallaba también que el ser humano quiere “llenar sus vacíos emocionales” con las mascotas pero que estos se sienten “incompletos porque tienen otras necesidades físicas y psicológicas”. Agregaba además que “un perro de la calle se comporta mejor que uno que vive dentro de la casa” . La entrevista levantó algunas polémicas y muchos medios llegaron a publicar que Cesar Millán criticaba la humanización de los animales domésticos dando a entender que estas acciones por parte de los dueños podrían considerarse maltrato animal.
María Fernández es una de nuestras veterinarias y apunta a que someter a nuestro perro a acciones propias del ser humano, lejos de ayudarle, puede producirle “graves situaciones de estrés”. Además asegura que “el hecho que queda demostrado al tener que acostumbrar a nuestras mascotas a unos correctos hábitos de higiene -como el cepillado-, cuando son cachorros, y que no lo toleren estos hábitos si se inician siendo adultos”.
Otra de nuestras expertas, la veterinaria y dermatóloga, Irene Alfonso, asegura que en sus años como veterinaria ha recibido perros que viven en pisos en el centro de la ciudad, otros en chalets a las afueras, con familias numerosas o una única persona en casa, “y desde luego el porcentaje de perros con problemas de comportamiento o estrés no supera el 5% del total”.
Irene no esta de acuerdo con que se denomine “maltrato animal” a la humanización de las mascotas. “Si bien es cierto que determinadas personas proporcionan un trato un tanto humanizado a sus mascotas, como puede ser pintar las uñas o teñir el pelo, desde luego es una minoría, y en cualquier caso, no se puede denominar maltrato animal a los cuidados de las mascotas, en exceso o no”.
Borja Ros, veterinario y etólogo, dice que “nuestras mascotas necesitan previsibilidad en su entorno y consistencia en el manejo”, lo cual –insiste- en que no es incompatible con el cariño y el amor que debemos profesarles, pero advierte que hay que hacerlo siempre desde el respeto y el conocimiento. “Un mal manejo de nuestros perros y gatos aumenta la frustración y el estrés, lo que acaba dando lugar con el tiempo a conductas indeseadas y muchas veces intolerables para una convivencia pacífica”.
Por último Carolina Segura, también veterinaria, habla de las necesidades de las mascotas y comenta que nuestros peludos “tienen necesidades diferentes que satisfacer a las de los humanos y que por tanto es muy importante saber cuáles son estas necesidades, para no entrar en la equivocación de humanizarlos”. Sentencia diciendo que “el perro es feliz cuando tiene un equilibrio mental y lo dejan comportarse como lo que es, un perro”.